Casi
como una película de Quentin Tarantino, ayer el gobierno celebró la insólita detención
del exsecretario de Obras Públicas José Francisco López, tras ser interceptado
por efectivos de la policía mientras intentaba esconder bolsos con fajos de
dólares y joyas en un monasterio de General Rodríguez.
El
hecho significó una cuota de alivio para el gobierno de Cambiemos que fue
centro de críticas en los últimos días por su gestión. En la reunión de
Gabinete Semanal, un funcionario afirmó que el presidente, Mauricio Macri, se
enteró de lo sucedido a través la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires,
María Eugenia Vidal, quien lo sorprendió telefónicamente con la frase “te voy a
contar algo que no imaginas”.
El
comentario de la reunión de gabinete fue que en la detención de quien fue la
mano derecha del ex ministro de Planificación Julio De Vido, se dio un combo
que en primer lugar contiene dinero de corrupción, lo que abre un signo de
interrogación para pensar por qué es habitual que la palabra corrupción esté
vinculada con el kirchnerismo.
Además,
en ese combo reúne otros aspectos para destacar, como la presencia de un arma
–el fusil que portaba Lopez- y que todo ocurrió en un convento, dato que no
solo le aporta un detalle cinematográfico sino que recuerda al momento de
rispidez entre el gobierno y el Papa.
Círculos
políticos con buena llegada al Papa Francisco creían ver detrás de la captura del
ex secretario de Obras Públicas la mano de los servicios de inteligencia. Sin
embargo, para callar ciertas especulaciones, uno de los voceros habituales del
gobierno afirmó que “no hubo seguimiento de López ni trabajos de inteligencia“.
Respecto
al extraño modo de actuar del detenido, el abogado especialista en temas de
corrupción, Gabriel Izzo, consideró que “alguien le aviso que su casa o el
lugar donde ocultada el dinero estaba por ser allanado por el fiscal Federico
Delgado si no no se entiende cómo se desbordó del modo en que lo hizo”.
Conocer
cuál habrá sido el motivo para que José López saliera a altas horas de la
madrugada de su casa para ocultar una cifra de 8 millones y medio de dólares en
el monasterio, es una de las cosas que más intriga genera de esta realidad que
superó cualquier ficción. Ahora, el reto para el próximo capítulo será ver cómo
actuará la justicia.
Mundo interno
La
detención del exsecretario de Obras Públicas kirchnerista, José López, hizo que
el arco político de punta a punta saliera a repudiar el hecho. Sin embargo, lo
más asombroso apareció cuando el dirigente del Partido Miles, Luis D´elia, le
pegó al Partido Justicialista al afirmar que en el convento no estaban “los
impresentables de Miles sino José Lopez, el secretario del PJ de Gioja y
Scioli.
A
modo de defensa, el Consejo Nacional del PJ expresó, a través de un comunicado,
su “más energético rechazo a las conductas emparentadas con la corrupción y la
tenencia de dinero no declarado, que provengan de funcionarios o ex
funcionarios sin importar su pertenencia política”. La gran pregunta es saber
cuántos políticos más van a caer de cara al futuro.
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